sábado, 28 de abril de 2018

CAROLINA CÓRDOBA ZAMORA | Descubriendo a Emilia Prieto, su vida en su obra o su obra es su vida



…lo que he escrito en el libro inédito de mi conciencia…

Emilia Prieto

1. ¿QUIÉN FUE EMILIA PRIETO? RETRATO CRONOLÓGICO.
Emilia Prieto Tugores nace un sábado 11 de enero de 1902, en el seno de una familia ilustrada, rodeada de libros de grandes pensadores y filósofos como Waldo Emerson. A quien ella leyó y citó. Además tiene la dicha de crecer en el campo, en la finca Guararí, provincia de Heredia, Costa Rica.
Su madre Magdalena Tugores, era una maestra española oriunda de Santa Cruz de Tenerife, archipiélago de Canarias. Su padre, el abogado liberal Blas Prieto, magistrado de la Corte Suprema de Justicia, sobrino de don José Joaquín y Bruno Prieto, ambos firmantes del Acta de Independencia de Costa Rica del 28 de octubre de 1821.
Fue normalista del Colegio Superior de Señoritas. Cuenta que durante una excursión de las alumnas de quinto año en 1920, conoce a Benjamín Herrera, maestro, músico y compositor de quien observó que la educación es ciencia y es arte. Le admiró “el sentido de saber ser costarricense, el sentido de no cambiar nunca los derechos de primogenitura por un plato de lentejas y mucho menos una torta de novios por un apple pie.” [1] Desde entonces Emilia podía reconocer la riqueza cultural del país.
También estudia en la Escuela Normal de Heredia. Se gradúa en 1921 y ejerce la profesión de maestra.
En 1922, ingresa a la Escuela Nacional de Bellas Artes. [2] No entendiendo ni adaptándose a la estructura académica, la cual consideraba absurda, se retira al corto tiempo.
Conoce a Francisco Amighetti con quien se casa en 1929, entonces él trabajaba en Tributación Directa y en sus tiempos libres hacía caricaturas de la gente que esperaba ser atendida.  En ese mismo año nace Pablo, el primogénito, y Cecilia nace cinco años después.
En los años que fue docente en la Escuela Normal de Heredia, en 1928, estudia la pintura en las carretas típicas costarricenses, popularizadas a raíz del auge y transporte de la producción del café. Gilbert Laporte la acompaña en el mismo interés.
Conscientes de la importancia que tal manifestación artesanal era para el patrimonio cultural del país, en 1933 organizan junto a Carmen Lyra [3] un concurso de pintura de carretas. La exhibición de los tableros concursantes se hizo en el Teatro Nacional, con la excepción de uno solo, uno que tenía una rosa pintada al estilo realista, contrario al particular y tradicional estilo “arabesco” que se pretendía rescatar.
Posteriormente en 1935, Emilia Prieto organiza el primer desfile de carretas con el apoyo de la Secretaría de Educación Pública, dirigida entonces por Teodoro Picado. [4] La avenida josefina conocida como el Paseo Colón se llenó de coloridas carretas y de boyeros provenientes de diferentes puntos del país, como Puriscal, Desamparados y Sarchí. [5]
En 1934 Emilia Prieto participa en el Salón de Artes Plásticas [6] con dos óleos titulados “Bolívar arando en el mar” y “Maestro y pupitre”. Ante la reacción negativa de algunos de sus colegas artistas, que piden que su obra sea desmontada de la exhibición, Rómulo Tovar escribe lo siguiente:

El pecado mortal de Emilia Prieto es pintar conforme a su propio sentir: no lo hace para complacer sino para dignificar sus propias ideas […] no pinta hombres montados a caballo, ni árboles como difuntos, ni frutas de cera, es decir, no copia frutas de cera o de cartón para hacernos creer que son las frutas de Dios. [7]

En aquella exposición quienes destacaron, lo hicieron mayoritariamente por calidades academicistas. A Prieto en cambio, sus compañeros artistas le otorgaron una medalla de cuero.
Como una verdadera activista, educadora y comunicadora, el interés primordial de Emilia era transmitir su discurso, hablar a través de sus trazos más que solo preocuparse por aspectos estéticos o formales. Su interés no era crear estampitas de escenas apacibles, típicas del ideario nacional; su interés era en cambio, despertar conciencias y promover el hábito del pensamiento más allá de la simple contemplación o aceptación. Claramente, su posición era antagónica al trabajo de sus similares contemporáneos, lo que le generó roces y su obra fue rechazada e incomprendida. Además, Prieto irrumpía en campos discursivos de crítica que eran exclusivos de los hombres. [8]
Para la octava exposición de Artes Plásticas en 1936, publica una crítica en la cual exalta el cuadro “Campesinas” de Lastenia Araujo de Artiñano, el cual retrata la realidad “desgarradora e injusta” de esa población, y escribe: “Nos conmovemos al percibir el alto bien que un trabajo así concebido le hace a la cultura.”. Pero no es indiferente al resto de las obras que acompañan la de Lastenia y continúa diciendo:

…Los otros, los de la deshumanización del arte, dirán que eso es anécdota […]. Su criterio estragado no les permite ver la nueva dimensión que hace ya fútil y desproporcionado un arte con el fin en sí mismo […] todo lo cual es tan solo el ostentoso y coloreado envoltorio de la vacuidad y la inerte indiferencia. [9]

Alfonso Chase la define como la “iniciadora de la auténtica crítica de arte de Costa Rica”, porque no solo conocía el lenguaje, la forma para saberse expresar, sino que como él apuntó, el comentario debe tener claro el panorama socio-político. [10] Y no se limitó a escribir de la pintura, lo hizo también de la danza, de la música, de la literatura, de la cultura, de la política y lo hacía muy bien. Era una mujer muy completa.
El espíritu inquieto de Emilia Prieto y su necesidad de aportar a la sociedad desde su punto de vista progresista, deseoso de subvertir y transformar la Costa Rica que le rodeaba, la lleva a colaborar de cerca con Joaquín García Monge en el Repertorio Americano, [11] publicando ahí sus xilografías y dibujos desde 1935 hasta 1949, [12] imágenes cargadas de refinada inteligencia y a la vez de humor e ironía. Así mismo colaboró como escritora con ensayos, críticas y comentarios.
Fue miembro fundadora de la Liga Antifascista en 1936 junto a Carmen Lyra, Yolanda Oreamuno, Óscar Barahona Streber, Francisco Marín Cañas, entre otros. Este movimiento apoyaba a los republicanos durante la Guerra Civil Española, mientras el gobierno de León Cortés [13] y la iglesia católica, eran tolerantes con Franco y los nacionalistas.
La Liga Antifascista condenaba la postura servil de Franco ante el imperialismo de los EEUU. Y Emilia condenó además a través de sus grabados, la postura del Vaticano que sin importarle la muerte de inocentes, prefería cuidar los templos católicos e íconos religiosos financiando junto con Italia y Alemania, la compra de armamentos que con furia y agua bendita descargaban contra el pueblo español.
Como parte de una generación que le tocó vivir eventos mundiales que marcarían profundamente la historia, como el surgimiento del nazismo y la Segunda Guerra Mundial, no podía permanecer en silencio. Aquellos que no emitían ningún juicio y optaban por una “actitud expectativa cuando no despectativa”, los comparaba con palomitas pulcras que miran desde arriba y dentro de sus “graciosas casitas”. Condenaba a aquellos que no tomaban posición y eran neutrales.
En los primeros años de 1940 cofunda la Escuela Nocturna de Cultura Popular la cual dirige en 1945. Cofunda también la Universidad Obrera con la ayuda de la Central de Trabajadores Costarricenses y el Partido Vanguardia Popular. [14] En dicha universidad da clases de Historia de América.
Su convicción la llevó a las acciones para hacer accesible la educación superior a los sectores más desfavorecidos, ya que hasta entonces la formación universitaria había sido dirigida por, y para una elite. Pero Costa Rica no era el único escenario para actos tan revolucionarios, sino que respondía a una ideología del socialismo utópico:

…en el primer tercio del siglo XIX, se inaugura en los tiempos modernos la larga lista de dirigentes de izquierda que han acariciado la idea de educar mejor a los trabajadores para acercarse al ideal de la igualdad de oportunidades. Así podrán realizar un trabajo más eficaz y mejor pagado para obtener su libertad personal en la sociedad capitalista. [15]

Emilia Prieto se vinculó con figuras claves de la cultura y la política nacional como: Manuel Mora, José Figueres Ferrer, Rafael Ángel Calderón Guardia, Omar Dengo, Rómulo Tovar, Carlos Luis Fallas, Joaquín Gutiérrez, Fabián Dobles, Carlos Luis Sáenz, Adela Ferreto y Corina Rodríguez. Algunos de los cuales, compartirán con ella en 1948, [16] la acusación por sedición contra el estado, que impuso el Tribunal de Sanciones Inmediatas de la época. Aunque no militaba oficialmente en el partido comunista, era activista política y colaboraba con la revista Trabajo. [17]
Fue perseguida y encarcelada, lo que la hizo perder su trabajo como directora de la escuela Ramiro Aguilar en Barrio México. José Figueres Ferrer, [18] quien en ese mismo año del 48, aboliera el ejército de Costa Rica, intercede a favor de Prieto y se le permite cumplir su condena como “casa por cárcel”.
El reflejo de las luchas que dio, están inmersas en sus maderas que hablan de las estructuras quebradas de un estado, donde a la sociedad se le induce a perseguir un bienestar material que a su vez es una ilusión. Un holograma sustentado por la clase trabajadora que impide el descalabro de los que están arriba, mientras estos últimos miran con pasotismo hacia abajo.
El tiempo de reclusión no la detiene y cofunda el Comité Nacional de Partidarios por la paz, ejerciendo ella como secretaria y Joaquín García Monge como presidente. Participa en la Conferencia Interamericana de Paz celebrada en México en 1949.
En ese mismo año también cofunda y dirige la Unión de Mujeres Carmen Lyra, en honor a su amiga de luchas quien muere en México donde residía tras ser exiliada. La casa de Prieto servía de local para la Unión de Mujeres. En la pared colgaba un retrato de su amiga junto a otro de Sarmiento, el cual fue sustraído durante un allanamiento al ser confundido con un retrato de Lenin.
Esta Unión se funda con la intención de seguir velando por la niñez y los derechos de las mujeres en el mejoramiento de sus condiciones laborales y salarios justos.
Gran parte de sus xilografías gira en torno a la mujer y los estereotipos que durante siglos, la han puesto en desventaja. Como verdadera feminista criticaba las luchas estériles que sus congéneres hacían persiguiendo la igualdad, en lugar de la equidad. Con valentía, se animó a evidenciar cómo, desde lo simbólico -como lo son una flecha y una cruz-, se ha condicionado a la mujer a cumplir un rol dentro de una sociedad patriarcal.
En 1952 un grupo de mujeres se reúne, entre ellas Emilia, con miras a las elecciones de 1953 y fundan la Alianza de Mujeres Costarricenses. Para esas votaciones, resultan electas las primeras diputadas: María Teresa Obregón, Ana Rosa Chacón y Estela Quesada. Viaja como representante de la alianza para asistir a la Conferencia de Paz de Países de la Cuenca del Pacífico, celebrada en Pekín, China. 
Colabora con la revista feminista Nosotras, [19] y el programa radiofónico Somos como somos, emitido por Radio Nacional del SINART. [20] En ese programa, Emilia cantaba las tonadas y valses del campesino de la meseta central que ella misma había compilado. El resultado de esa investigación lo comparte en la grabación de un disco [21] y en la publicación del libro titulado Romanzas Ticomeseteñas. [22] Por ello y su continuo aporte al folclor costarricense, la hacen merecedora del Premio Nacional de Periodismo Joaquín García Monge en 1984.
Emilia Prieto muere de inanición voluntaria en 1986.
Otras publicaciones de la obra de Emilia Prieto son: Escritos y Grabados (1977), ¿Por qué ticos? (1981), Mi pueblo (1991), Remembranzas costarricenses: cantos costarricenses y algo más (2012) y Emilia Prieto Tugores. Selección de ensayos 1930-1975 (2016).
Reconocimientos póstumos: Premio Nacional de Cultura Popular Tradicional (1992), ese mismo premio es renombrado como Premio Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial “Emilia Prieto Tugores” (2015), entra en la Galería de la mujer del INAMU (2005).

2. ENCUENTRO CON EMILIA PRIETO. ROMPIENDO LAS REGLAS.
Estando casada con un nieto de Emilia Prieto, me encontré con parte de su obra desconocida o más bien, subvalorada y olvidada. Interesada en los temas de denuncia, como en su desinterés por las “reglas” de la estética en la plástica,  presenté la obra de Prieto en una asignación universitaria. Mi profesor subrayó -ante la clase señalando la imagen ampliada por el proyector-: “esto es lo que no se debe hacer en grabado”.
Con ese impulso de rebeldía que suelen dar las negativas, decidí en ese momento investigar la obra de Emilia Prieto. Mi compañera de clase Sila Chanto (†) también atraída por su discurso, me acompañó en la empresa. La idea se gestó en 1997, pero empezó a materializarse hasta en el 2002.

3. LA INVESTIGACIÓN. ABRAZANDO EL OLMO.                                  
El refrán popular que dice: “No le pidan peras al olmo”, impone la aceptación incuestionable de lo establecido sin posibilidad de pretender lo imposible. Emilia Prieto en contraposición a la limitación, propone un cambio utópico y hace El olmo que dio peras, una pequeña xilografía de 9 x 14 centímetros, con gran sentido metafísico en cuanto a que apela a esa capacidad inexplicablemente del ser humano para invertir la realidad.
Se nombró la investigación Las peras del olmo. Obra gráfica de Emilia Prieto, como símbolo del merecido reconocimiento que desde las puertas de un museo le hacíamos: integrar a Emilia Prieto en el guión de la historia del arte en Costa Rica.
El Museo de Arte Costarricense a cargo de la señora Rocío Fernández, financió parcialmente el proyecto. Por falta de recursos no se logró publicar el catálogo razonado correspondiente a la investigación.
Esta se delimitó a la revista Repertorio Americano de García Monge, por lo que no pretendió abarcar la totalidad de la obra de Prieto. Aún así solo en esa publicación se identificaron alrededor de 126 imágenes de la artista, entre xilografías y clichés, de las cuales existen 61 matrices (2 clichés y 59 xilografías) en custodia de sus herederos.
Cada impresión exhibida en la muestra, llevó una nomenclatura: B/T [23] llevan las impresiones que se hicieron desde las matrices existentes. Las otras llevaron la nomenclatura A/D, [24] cuyas imágenes fueron recuperadas.
Con el propósito que tanto la investigación, como la obra de Prieto quedara legitimada bajo el amparo del MAC, se confeccionó el papel [25] para la muestra. Cada hoja tiene incorporados tres sellos de agua: el del Tuno Molino de papel, el del museo (MAC) y el de Hiata. [26]
En cuanto a los títulos de las obras, notamos que algunos de ellos cambian cuando aparecen en otras publicaciones posteriores, se decide en esos casos utilizar el título usado en la fuente primaria de la investigación, el Repertorio Americano.
Según se observa en los grabados de los otros artistas, era común que incorporaran sus firmas en la matriz. Prieto no lo hizo distinto, la suya son las letras E y P entrelazadas, así que identificar su autoría no fue difícil. Sin embargo descubrimos y le atribuimos dibujos (clichés) firmados con los siguientes seudónimos: AIX, CHK, FYR, FUN, KYO, KYR, LUN, LYN, NEK, RYK, ZUR, ZYP.
La confirmación de la autoría de los dibujos con seudónimo se logra a partir del estudio de la unidad temática e iconográfica con las xilografías firmadas, como también con las anotaciones de la artista en libretas personales, bocetos y publicaciones posteriores al Repertorio.
Por su posición política beligerante en constante cuestionamiento de las injusticias perpetradas por aquellos en el poder, ella representaba una amenaza al status quo. Se podría inferir a esto el uso de los seudónimos, sin ser esta una afirmación concluyente. Ese, será otro tema de investigación futuro.
Lo cierto es que su discurso político-social refleja a casi cualquier país del mundo, incluso hoy en pleno siglo XXI, sus grabados están vigentes.
A razón de hacer una lectura más redonda de la obra encontrada y sin cuidar el orden cronológico de su creación, se dividió el material en cinco grupos temáticos, dos de ellos a su vez contenían otros subtemas:

·           Paisaje y utopía: Lo imposible como meta, Lo idílico como territorio, La arquitectura del paraíso, Dialéctica de la sexualidad.
·           Los monigotes: Imágenes de poder, Los demonios honorables, La cuadratura del alma, Los defraudadores, La noticia como discurso.
·           Placebos
·           El arte de la ironía y la ironía del arte
·           Complejos de altura

Ese orden sirvió de guión mezclando las imágenes y algunos textos publicados e inéditos de doña Emilia.
Éramos conscientes de la ruptura de paradigma, que al igual que Emilia irrumpíamos en un espacio establecido del grabado costarricense, el cual durante años imaginó una historia y ahora ayudábamos a cambiar.
La muestra estuvo durante los meses de junio a agosto del 2004 y las imágenes expuestas fueron donadas al Museo de Arte Costarricense.

4. A 15 AÑOS DE LA INVESTIGACIÓN.  VIENDO CRECER LAS PERAS.
Dentro de la esfera del arte plástico, una de las galerías más importantes de Centroamérica, sino la más, ha integrado la obra de Emilia a diferentes exposiciones de peso internacional como: New Fantasies (Teorética 2013), X Bienal Centroamericana, que “toma como punto de partida esa singular articulación texto-imagen de Emilia Prieto (Teorética 2016), “El Reino de las horas” (Teorética 2017). Además de publicaciones como: “Tres mujeres, tres memorias: Margarita Azurdia, Emilia Prieto, Rosa Mena Valenzuela”, sobre la obra de tres artistas centroamericanas (Teorética 2009).
Ha pasado el tiempo mas no en vano, y es gratificante saber que la lucha ideológica de Emilia Prieto no enmudeció entre los tomos de papel amarillo y quebradizo en algunas cuantas bibliotecas. Su legado sigue vigente porque ella fue clara y consecuente con el discurso que tenía.


NOTAS
1. Emilia Prieto. Con Benjamín Herrera. Repertorio Americano, Tomo XLVII, No. 1, pág.13.
2. Fundada en 1897 por el pintor español Tomás Povedano. Es incorporada a la Universidad de Costa Rica en 1940, pasando a ser la Facultad de Bellas Artes un año después.
3. Carmen Lyra era el seudónimo de María Isabel Carvajal. Escritora y activista. Miembro del Partico Comunista. Nace en San José, Costa Rica en 1887 y muere en México en 1949. Declarada Benemérita de la Patria el martes 26 de mayo del 2016.
4. Teodoro Picado posteriormente sería presidente de la República de 1944 a 1948.
5. Este desfile, aunque se realizó interrumpidamente algunos años, hoy es una actividad arraigada en la agenda cultural  nacional, celebrándose el Día del Boyero los 14 de marzo de cada año. La carreta típica costarricense, fue declarada en el 2005 Patrimonio Cultural Intangible de la humanidad por la UNESCO.
6. Exposiciones realizadas en el Teatro Nacional de Costa Rica de 1928 a 1937. Organizadas por el Diario de Costa Rica, el Círculo de Amigos del Arte, el gobierno de la República y los propios artistas. Se otorgaba Medalla de Oro, Medalla de Plata y Medalla de Bronce a los mejores trabajos seleccionados por el jurado.
7. Rómulo Tovar. Bolívar arando e el mar. Dos cuadros de Emilia Prieto. Repertorio Americano, Tomo XXIX, No. 16, pág.250-252.
8. Mercedes Flores González. Los ensayos político-culturales de Emilia Prieto Tugores (1932-1974).  Revista de Historia No. 68. ISSN: 1012-9790  Julio – Diciembre 2013, pág. 145 – 162.
9. Emilia Prieto Tugores. Emilia Prieto Tugores. Selección de ensayos (1930-1975). Mercedes Flores González. Editorial UCR, Primera edición, 2016, pág.85.
10. Alfonso Chase. Escritos y grabados. Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, Imprenta Nacional, primera edición, 1977.
11. Revista editada y publicada de 1919 a 1959 por Joaquín García Monge (1881-1958).
12. Otras fuentes dicen 1945, sin embargo la investigación de Las peras del olmo. Obra gráfica de Emilia Prieto, integra dentro de la categoría “obra gráfica” además de los grabados, los dibujos de la artista que fueron publicados en la revista Repertorio Americano, cuya firma fue sustituida por alguno de los múltiples seudónimos que doña Emilia usó.
13. Presidente de la República de Costa Rica de 1936 a 1940.
13. Fundado por Manuel Mora Valverde en 1931. Llamado inicialmente Boque de Obreros y Campesinos. Posteriormente en 1932 adopta el nombre de Partido Comunista, y en 1943, vuelve a cambiar su nombre por Partido de Vanguardia Popular, hasta 1948.
15. Manuel Formoso Herrera. La Universidad Obrera. Artículo de Opinión. La Nación, Sábado 25 de mayo, 2002.
16. Año de la Guerra civil de Costa Rica, también conocida como la Guerra del 48 o Revolución del 48. Duró 44 días entre marzo y mayo de 1948.
17. Publicación editorial del Partido Comunista de Costa Rica.
18. José Figueres Ferrer, fue presidente de la República de Costa Rica en tres períodos. Fundador de la Segunda República.
19.  “El principal legado de este periódico consiste en la reafirmación de la identidad pacifista de Costa Rica y la consolidación de un movimiento ciudadano a partir de la organización de mujeres en una lucha antiimperialista de rechazo a la utilización de armas atómicas y de defensa de la paz en el planeta.” Chester Urbina Gaitán. La era atómica en la prensa comercial costarricense (1945-1948) y la revista Nosotras (1949-1952). Instituto de Estudios Latinoamericanos, Universidad Nacional, Costa Rica.
20. Siglas de: Sistema Nacional de Radio y Televisión
21. Grabado por INDICA (Industria de Discos de Centro América) en 1974. Titulado Somos como somos.
22. Editado por el Ministerio de Cultura Juventud y Deportes en 1978.
23. Copias “buenas para el tiraje”
24. Copias de “aproximación digital”
25. Floria Castrillo (†) y Max Bravo del Taller Tuno, Molino de Papel, estuvieron a cargo de la confección artesanal del papel. Se utilizó pulpa de cabuya y de algodón.
26. Curaduría, investigación e impresión: Carolina Córdoba y Sila Chanto (†).

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CAROLINA CÓRDOBA ZAMORA (Costa Rica, 1969). Es ex bailarina de la Compañía de Danza de la Universidad de Costa Rica, recibió el Premio Nacional en Danza como mejor intérprete del 2003. Tiene un Bachillerato en Artes Plásticas con énfasis en Grabado y es egresada de la Maestría en Artes de la misma universidad. Recibió el Premio Áncora de La Nación en el 2004 por la investigación compartida con la artista Sila Chanto (1969 - 2015) “Las Peras del Olmo”. Obra gráfica de Emilia Prieto. Tiene su taller de orfebrería y grabado en Barrio Escalante, San José, Costa Rica.


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Agulha Revista de Cultura
Número 112 | Abril de 2018
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